Nosotros los hombres que componemos la organización HERAC nos reunimos para compartir los testimonios sobre la gracia de Dios en nuestras vidas, para continuar llenándonos de SU eterna sabiduría, para obtener SU dirección para nuestras metas y para compartir las buenas nuevas de Jesucristo con los cansados guerreros del mundo de los negocios.
Algunos de ustedes han ganado batallas en el mundo empresarial, han logrado grandes conquistas en nombre del éxito, son quizás la envidia de sus competidores y aparentemente lo tienen todo. Pero también se han despertado en medio de la noche con un sentimiento de vacío y soledad, intimidados por los pensamientos de la interminable y agonizante búsqueda de la felicidad.
Otros están teniendo dificultades en sus empleos, sus finanzas están afectadas, sus relaciones matrimoniales están tensas, y sienten que no pueden tornarse a otros hombres por ayuda. Algunos son trabajólicos, otros tratan de escapar de sus problemas escondiéndose tras cosas que eventualmente les pueden hacer mas daño y quedan atrapados en el alcohol, las drogas, o las relaciones amorosas con otras mujeres, contaminando su matrimonio y afectando la seguridad y estabilidad de sus hijos en particular y su hogar en general.
Nosotros los hombres de HERAC hemos saboreado el éxito y hemos experimentado las emociones asociadas al mismo. Pero también hemos conocido la agonía, el vasío y la frustración de la continua
búsqueda de la paz mental. Nosotros también hemos transitado por esa misma escabroza carretera, llenas de rotulos invitándonos al alcohol, las drogas, el adulterio, el amor al dinero y cosas semejantes a estas. Nada nos funcionó, nada nos produjo felicidad duradera, nada nos produjo paz mental.
Luego; cada uno de nosotros, en nuestro caracter personal, fuimos impactados con un milagro que cambió nuestra vidas.
Conocimos al Señor Jesucristo y lo aceptamos como nuestro Señor y Salvador y a través de una relación personal con EL hemos alcanzado la victoria en nuestras vidas, la verdadera paz y una maravillosa llenuara espiritual incapaz de ser comprendida por la finita mente humana.
Lo invitamos a unirse a nosotros cada mes para compartir nuestras historias de éxitos y fracasos con los cansados guerreros del mundo empresarial y a recibir agua fresca del manantial de sabiduría de Dios, para nuestras vidas y nuestros negocios.